Alberto Fernandez trabaja para formar una coalición fuerte de gobierno.

El recién electo a Presidente, dio algunas señales al radicalismo para ampliar la coalición de gobierno. 
El protagonismo de Alberto Fernández en el homenaje a Raúl Alfonsín que se realizó este miércoles en la UMET representó de la manera más potente –con la presencia en el lugar del propio presidente electo- varias iniciativas políticas que ensaya en simultáneo la futura administración. El objetivo más evidente es ampliar la coalición de gobierno. Que, se sabe, no es lo mismo que una coalición electoral. Una línea de trabajo en ese sentido, para ensanchar la base de sustentación y de futura gobernabilidad, es hacer todos los guiños posibles hacia la cultura política del radicalismo. Sobre todo hacia el símbolo de la recuperación democrática: el propio Alfonsín. Aunque la estructura oficial de la UCR forma parte de Juntos por el Cambio, la identidad radical trasciende largamente sus fronteras.
Otra iniciativa que está en curso, en este caso más en el plano del discurso, hace foco en la intención de superar la llamada ‘grieta’. Reparar o al menos moderar la fractura que atraviesa la Argentina desde hace décadas, profundizada desde el conflicto por las retenciones móviles del año 2018. No fue casualidad, en ese sentido, que la única consigna visible en la pantalla del anfiteatro haya sido “somos la vida, somos la paz (eslogan de la campaña de Alfonsín en 1983). Vamos por la unidad nacional”.
Para Fernández, estos objetivos no implican ninguna dificultad o incomodidad personal. Al contrario. Como comentó en varias ocasiones, el mandatario electo tuvo una cercanía importante con la figura de Alfonsín en una etapa de su carrera política. Este miércoles, en la UMET, contó incluso un par de anécdotas que reflejan la expectativa que el entonces líder radical había despertado en un joven abogado peronista. Fernández reveló que hacia el final de la dictadura asistió a un acto de la Junta Coordinadora Nacional en la Federación de Box. Concurrió junto a un amigo suyo, también identificado con el peronismo. Ambos querían escuchar “a ese Alfonsín”. “Recién se estaba produciendo la apertura política y allí fuimos como infiltrados a escuchar a Alfonsín. A ver qué decía. Y salimos muy impactados”, reveló.El protagonismo de Alberto Fernández en el homenaje a Raúl Alfonsín que se realizó este miércoles en la UMET representó de la manera más potente –con la presencia en el lugar del propio presidente electo- varias iniciativas políticas que ensaya en simultáneo la futura administración. El objetivo más evidente es ampliar la coalición de gobierno. Que, se sabe, no es lo mismo que una coalición electoral. Una línea de trabajo en ese sentido, para ensanchar la base de sustentación y de futura gobernabilidad, es hacer todos los guiños posibles hacia la cultura política del radicalismo. Sobre todo hacia el símbolo de la recuperación democrática: el propio Alfonsín. Aunque la estructura oficial de la UCR forma parte de Juntos por el Cambio, la identidad radical trasciende largamente sus fronteras.

Otra iniciativa que está en curso, en este caso más en el plano del discurso, hace foco en la intención de superar la llamada ‘grieta’. Reparar o al menos moderar la fractura que atraviesa la Argentina desde hace décadas, profundizada desde el conflicto por las retenciones móviles del año 2018. No fue casualidad, en ese sentido, que la única consigna visible en la pantalla del anfiteatro haya sido “somos la vida, somos la paz (eslogan de la campaña de Alfonsín en 1983). Vamos por la unidad nacional”.

Para Fernández, estos objetivos no implican ninguna dificultad o incomodidad personal. Al contrario. Como comentó en varias ocasiones, el mandatario electo tuvo una cercanía importante con la figura de Alfonsín en una etapa de su carrera política. Este miércoles, en la UMET, contó incluso un par de anécdotas que reflejan la expectativa que el entonces líder radical había despertado en un joven abogado peronista. Fernández reveló que hacia el final de la dictadura asistió a un acto de la Junta Coordinadora Nacional en la Federación de Box. Concurrió junto a un amigo suyo, también identificado con el peronismo. Ambos querían escuchar “a ese Alfonsín”. “Recién se estaba produciendo la apertura política y allí fuimos como infiltrados a escuchar a Alfonsín. A ver qué decía. Y salimos muy impactados”, reveló.El discurso de Fernández concluyó con un anuncio respecto del aniversario número 40 de la elección presidencial de 1983, la que ungió a Alfonsín. El presidente electo dijo que el 30 de octubre de 2023, en el último año del mandato que arrancará en diciembre, el Estado realizará un gran homenaje al líder radical, al que definió nuevamente como “el padre de la democracia”. “Váyanse preparando”, desafió entonces a los correligionarios que lo escuchaban. Muchos de ellos sacaban fotos o grababan todo lo que pasaba con los celulares levantados por el aire. Buena parte del auditorio festejaba con aplausosmientras desde atrás llegaban los gritos que repetían el clásico “Al-fon-sín/ Al-fon-sín”.

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